Lourdes Soto Martínez
Fíjate que hoy a mí me toco ver un cuadro algo similar y no tanto como el de los niños que describes, íbamos en la carretera con mi Jefe a otra ciudad cerca de la que vivo, y adelante me fije que habían 4 chicos a la izquierda y 2 a la derecha, todos sosteniendo periquitos salvajes, en peligro de extinción en mi país, para venderlos a las personas que van a la capital o salen de ella... Pegue un tremendo brinco y grite NO, mi jefe y mis compañeros que iban en la parte de atrás me quedaron viendo extrañados y bueno yo algo avergonzada, se me volvió chiquito el corazón, porque estoy segura que estos chicos cazas las aves para venderlas y llevar dinero a sus casa, que son de personas en extrema pobreza a las orilla de la carretera, pero también se que no es correcto, porque están encarcelando y maltratando vidas, pensé muchas formas de que se le podría decir a estos chicos y más aún como hacer para cambiar esto. Pero al final entendí que una de las primeras cosas que se debe hacer es cambiar una y una de las soluciones más próximas que se me ocurrió, es no comprar animales y comenzar adoptar, o rescatar animalitos como tu lo hiciste, no ser parte de esa cadena tóxica. Creo que al final debemos trabajar con nosotros mismos primero, cerca de los lugares donde nos encontramos, y luego hacer cosas más grandes, pero empezando desde la base que somos nosotr@s mismos.
Creo que tu ya comenzaste :) ¡Gracias por compartir tu experiencia! Y dejarnos reflexionar junt@s :)